CIELOS
COMPARADOS
…o
de las contra-inducciones en modo sublime
Hay
en el trabajo fotográfico de Hernan Ulm, una provocación, un recurso al vacío
que obliga a rasgar los bordes del lenguaje convierténdonos en hacedores
simultáneos de mundos y de imposibles.
Es,
quizá, ese azul lleno de ráfagas. Esa
continuidad undosa, henchida al punto de la explosión. Pues Barcelona,
Fortaleza, Buenos Aires, Santiago de Chile, Cachi, San Pablo o Neuquém están
allí y truecan sus determinaciones en avalanchas de sentido y anomia en
continuidad carnal con todo lo existente, con la rizomancia, con el duror
que nos hace transcurrir, en el tiempo y ancla en cada subjetividad
desencarnada los goznes y las jarcias de lo que ya no es.
O,
tal vez, se trate de la mirada que se anula en sí misma y que rueda de su
centro imposible, hasta el trasunto en donde anidan las pasiones y el toc-toc de cada día se hace inembargable.
Y cada imagen, contra-inducida hasta el vórtice de lo sublime, se impone en
duración y término ante nuestros ojos.
RAFAEL
MAURICIO MÉNDEZ BERNAL
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